En este mundillo (aunque ya involucra a tanta gente que es un tanto irónico ponerlo en diminutivo) es curioso, o quizás no lo sea tanto como intentaré explicar más adelante, que el aspecto más importante de la cadena de audio es el más menospreciado.
No es raro en casi todos los lugares donde se traten estos temas que ante la pregunta de cuál es el equipamiento más importante se den incluso porcentajes tipo: 70% auriculares, 25% amplificador y 5% DAC. Estas cifras por supuesto variarán en función del que las describa, sus motivaciones y experiencia. Alguno incluso se atreverá a decir que la calidad de la grabación, cómo está realizada y con qué maestría es también indispensable y ocupa un porcentaje bastante alto.
Al hablar de la cadena de audio se supone que es eso, la cadena de transmisión que hace que lo que nos llegue sea de la mayor calidad posible para, en teoría, conseguir el máximo disfrute.
Tras varios años en los que llevo viendo cómo funciona este mundillo me he dado cuenta de ciertas cosas que quisiera compartir en forma de algunos consejos de compra que a mí me han venido bastante bien.
Por supuesto hay que entender que no he probado todo lo habido y por haber, que tampoco soy un experto en este campo ni pretendo serlo. Creo que para llegar a ese estado hay que o bien tener alguien que te suministre material, trabajar para una revista o canal de Youtube, o tener un buen montón de dinero.
Pero bueno, a falta de esas posibilidades he ido teniendo cada vez más claro que comprar material se beneficia mucho de algunas ideas básicas. Espero que sirvan de ayuda.
Dado que el que escribe no deja de ser un aficionado que hace esto como entretenimiento, me ha parecido interesante dejar una explicación de los términos que voy a emplear para describir los distintos aspectos sonoros.
Hay que decir que esto lo he ido madurando con el tiempo hasta alcanzar la consistencia actual. Por tanto toda reseña hecha antes de mediados de 2022 posiblemente no reúna las mismas características.
Teniendo en cuenta lo previamente dicho, está claro que voy a emplear conceptos un poco «poéticos» que intentan resumir lo mejor posible mis impresiones. No soy profesional, no sé distinguir si lo que estoy nombrando se llamaría mejor de otra manera (estoy abierto a recomendaciones y sugerencias al respecto) pero es la mejor forma que tengo de describirlo.
En el breve tiempo que llevo escribiendo el blog he podido observar como cada vez más el mundo de los auriculares se está ampliando y acelerando. Esto se nota ya no solo en la amplia oferta de productos nuevos y de segunda mano, sino también en la cantidad de canales de Youtube, foros y webs dedicadas al tema. Y eso sin contar que los modelos tope de gama han ido subiendo de precio cada vez más, con la aparición cada vez más frecuente de versiones diferentes del mismo producto con apenas un año de diferencia.
A nivel personal, a medida que me adentraba en este mundo e iba probando distintas cosas, incluso teniendo varios auriculares en casa, he ido sintiendo a la par cierta insatisfacción con el propio acto de escuchar música. Es como si el hecho de conocer más, o tener más auriculares a mano, en cierta manera supusiera tener una duda permanente en la cabeza y lentamente me he ido dando cuenta de varias cosas pero la más importante es que no he encontrado a nadie que hablase de algo tan sencillo como disfrutar de tus auriculares.
Sé que parece absurdo reflexionar sobre algo así, pareciera que simplemente hay que ponerse a escuchar música y ya está. Pero después de este tiempo y ver el tipo de preguntas que hay en los foros, las respuestas que se ofrecen y la proliferación de top 10 anuales, me parece cada vez algo más importante porque tengo la impresión de que cada vez predomina más la insatisfacción.
Pues nada, tras darle muchas vueltas me he propuesto hacer una guía de cómo aprender a disfrutar con los auriculares (o en verdad casi cualquier cosa) que tenemos pero para que sea más sencillo voy a darle la vuelta a la tortilla e intentar que te sientas lo más insatisfecho posible con tu compra. Creo sinceramente que la clave para no disfrutar de algo parte de la insatisfacción y por ahí voy a tirar.
Aviso: Lo que viene a continuación no deja de ser una opinión, por tanto una visión subjetiva, de alguien que hace algo por gusto y no es un profesional de la materia.
¿Por qué escribir una reseña?
Empecé a escribir este blog por un motivo muy concreto.
Simplemente andaba buscando auriculares para mí, que me encanta escuchar música, y se me ocurrió, leyendo varias reviews, que lo que tenía que hacer era apuntar las características de los que fuera probando para así poder elegir posteriormente cual me había gustado más. Al final resultaron ser informes más o menos detallados donde hice mediciones, apunté cómo sonaban distintas piezas musicales, cuan limpios sonaban…
Voy a empezar a escribir unas pequeñas entradas de cómo han ido variando (o no) mis impresiones de los distintos auriculares que he decidido quedarme a lo largo del tiempo.
Querría empezar con los Focal Clear que compré en enero de 2018 aunque la review no la publiqué hasta mucho después cuando me decidí a abrir este blog.
¿Y qué puedo decir después de un año de un uso casi cotidiano? Para empezar que mi impresión respecto a su sonido no ha variado demasiado. Siguen pareciéndome unos auriculares espléndidos cuya única pega sería su escenario no demasiado amplio y unos agudos que a veces pueden ser irregulares aunque nunca han llegado a fatigarme.
No voy a extenderme con lo que ya escribí. Su sonido sigue teniendo mucho impacto y es muy detallado y rápido, da gusto escuchar todo tipo de música con estos auriculares. Han sido mis auriculares todoterreno.
Quizás lo más interesante que escriba después de tantos meses de uso es cómo se han ido comportando a otros niveles, como por ejemplo la resistencia de sus materiales.
No voy a entrar en lo que es más excitante para cada uno pues habrá a quien le encante la sensación de estar en una habitación a todo volumen, sino en lo que es saludable. Y desde luego, si ir a un concierto supone la posibilidad de lesionarte los oídos (y con ello perjudicar tu propia afición y disfrute de la música) pues ahí lo dejo.
Desde que uso auriculares la mayoría adolece del mismo «problema» (aunque sería mejor llamarlo «desventaja» y aun así sería cuestionable).
Pueden tener una articulación excelente y hacer de las voces una delicia, también ser silenciosos con un fondo oscuro que parece que estés en una sala de conciertos, dejando solo escuchar el ruidillo del público si fue una grabación en directo. Pero lo que la mayoría no consiguen es transmitir una buena sensación de lo que llaman escenario.
Está claro que para que las gráficas FR sean fácilmente comparables he de establecer una serie de puntos de referencia: dónde está el punto cero de la gráfica, qué rango en dB voy a usar y qué nivel de suavizado será empleado.
Con la llegada del miniDSP EARS he empezado a experimentar con mediciones.
Lo primero que quería era comprobar por mí mismo algunas de las afirmaciones que había leído. Una de ellas es la que afirma que el sellado en auriculares cerrados modifica enormemente su respuesta en frecuencia, sobre todo en los graves. En Innerfidelity incluso se tomaron la molestia de evaluar el efecto de distintos tipos de gafas sobre el sellado y la respuesta en frecuencia.
Está claro que tanto por el tamaño y forma de nuestra cabeza como por la presión de los auriculares el sellado que obtengamos alrededor de nuestras orejas va a tener cierta variación interindividual.
Estas mediciones han sido realizadas de noche, en el mayor silencio posible y sin cámara insonorizada. He tomado un par de mediciones del canal izquierdo de cada auriculares, en mi caso los Audio Technica ATH-M50x y M70x, en distintas condiciones de sellado. No se ha aplicado ninguna curva de compensación.